Lo Tormentoso de estos días

La gente habla de que debemos tener aunque sea un mínimo de madurez para afrontar nuestro día a día... O por lo menos eso es lo que yo digo! y creanme que lo hago, trato de siempre terminar mi noche y comenzar mi día con la frente en alto, así tenga los ojos hinchados y el alma sin vida alguna. Diganme orgullosa, necia o testaruda! pero ya bastante daño me hago yo misma con mis desiciones, se bien que mal tomadas, o mejor dicho bien tomadas con visión de algún futuro.! Pero todos los días renace un sol, el mismo del día anterior. En ocaciones mas hermoso, de a como lo vean mis ojos hinchados, y con el una nueva oportunidad para mi destruida alma. Este nuevo amanecer le da cávida a mis más escondidos sueños y ambiciones, que si bien son las que me acuestan llorando y me despiertan deseando, pero me mantienen alerta y vibrando, para que esta noche me acueste deseando, así me levante llorando. Porque de esta forma entenderé que no todos los días son iguales pero si todas las noches son deseables. Deseables de sueños, deseables de ambición, deseables de conocimiento y deseables de amor. Un amor que para mi esta excedido, un amor que para mi parece prohibido, un amor que estoy segura de sentir, pero que no se describir, un amor lleno de amor, pero vacío de compañía. ¿Qué debo hacer para tener aunque sea un mínimo de madurez para afrontar nuestro día a día, y tener el valor de estar juntos? Ya es imposible tenerte más tiempo y se bien que ya no estarás, tu amor esta conmigo, pero tu escencia se va, el amor para mi se quema, el amor para mi arde más. El no verte a diario, el no tenerte a un lado, me hace acostarme llorando y despertarme deseando. Deseando que no te vallas, deseando poder hacer algo. algo que se que puedo hacer, pero sencillamente no lo hago. Algo que está en mis manos pero que aún no agarro. ¿Qué debo hacer para que estés aquí a mi lado?, para que te desidas y no te despidas. No te pido más ayuda, te has excedido en demostrarme que me amas como a nadie y que sin necesidad de levantarme del asiento en que me encuentro escribiendo lineas de escape. De escape, pues es tarde para tomar lo que aún no agarro y se escapa entre mis dedos, para poder detenerte ante esa puerta, a la que yo misma te envié a cruzar.(pk)