Sabes que me piensas...
Al despertar, soy lo primero que viene a tu mente... Pues recuerdas uno a uno los mensajes que alguna vez envié para invitarte a un nuevo día mientras ves tu télefono, y al mirarte al espejo puedes ver en lo brillante de tus ojos el reflejo de los mios. Adentrado en la ducha, sientes como recorren las gotas de agua por tu cuerpo y así recuedas como rozaban mis dedos, lavas tu rostro con dureza para intentar borrar mi presencia, golpeas fuertemente la mojada pared para luego sobre tus puños recostarteahí.
Tomas la toalla para secarte y te posas delante del espejo nuevamente, tomas aire y suspiras para dar media vuelta y salir.
Estás en el cuarto y divisas a lo lejos una fotografía que te haz propuesto quitar, pero que por valiente no lo haz conseguido hacer, vuelves a suspirar sin permitir que algún recuerdo entre a tu cabeza. Vuelves a voltear y te observas al espejo, pero rápidamente esquivas la mirada.
Sentado en la cama empiezas a vestirte... Una camisa de color opaco, un jean ya sin lavar, te agachas para ponerte los zapatos y una gorra para terminar. Se que aún es muy temprano pero ya sientes la necesidad.
Bajas las escaleras, te diriges a la parte trasera y enciendes el primero del día....
inhalas su esencia exhalas presencia. Ya no lo puedes evitar, arrojándolo al suelo a medio terminar y sueltas un chasguido. Ni siquiera el cigarro pudiste terminar.
Atraviesas la casa con mucha seguridad, abres la puerta y la vuelves a cerrar. Estando ya afuera te subes al carro, pero al prenderlo empieza a sonar aquella canción que te hace recordar, y lleno de furia y de curiosidad, optas por apagarlo. Ya en el camino lo vuelves a encender, para estar tranquilo, la lograste esconder.
Y así transcurre el día, intentando esconder ese sentimiento que sabes cual es, pero que no se que no lo permite tener. La cabeza te da mil vueltas y no solo una vez, pasas el día pensando, pasas el día recordando, suspiros van suspiros vienen, cigarros van cigarros vienen, canciones y van canciones vienen.
Vuelves a tu cama, empiezas a despojarte de la ropa y una a una de tus prendas que siguen recordándome, las aprietas fuertemente tal vés aun huelan a mi. Las dejas aun lado y désides dormir, boca abajo, arropado y con una pierna flexionada, cierras los ojos fuertemente para borrarme de ahí...
Me piensas, y sabes por que lo se?, porque cada vez que lo haces vienes a mi mente como el soplar del viento, rápido y perpicaz pero con la ilusión de quedarse.
